
Seguramente te has preguntado esto tantas veces. ¿Será verdad esto que dicen de que todos los hombres son iguales? ¿Hay en el mundo siquiera un hombre bueno que sea fiel, cariñoso y un buen partido? ¿Por qué las relaciones son tan complicadas? ¿Será que estamos pidiendo demasiado?
Sé de antemano que el punto débil de muchas mujeres son las relaciones de pareja, pues diario veo en redes sociales a muchas de ellas que hablan de sus experiencias con el amor y he de decirte que gran parte de ellas no son alentadoras. ¿Qué quiere decir esto?, ¿significa entonces que estoy condenada a toparme con hombres que no sean precisamente el príncipe azúl que busco?, ¿voy a tener siempre que encontrarme con las mismas historias todo el tiempo sea quien sea el hombre con el que estoy?
La respuesta es SÍ, hasta que no “rompas el hechizo”. La realidad es que tus elecciones no han sido las mejores, aunado a la creencia popular que te hace pensar que no hay un sólo hombre bueno en la faz de la Tierra, por lo tanto... ¿para qué soy tan selectiva? ¿para qué me pongo mis "moños" si nunca lo voy a encontrar...? Es por eso que cualquiera en este caso es un buen partido... pues NO HAY MÁS... Pero enserio, ¿conoces a todos los hombres del mundo para afirmar eso?, ¿conoces al menos a todos los hombres mexicanos del mundo?, ¿quién o qué te ha hecho pensar eso? Revisa además, ¿cómo te ha ido en tu vida amorosa con hombres?, ¿con cuántos? ¿Esa mínima cantidad que te ha quedado mal a ti y a tu grupo de amigas resume a todos los hombres del mundo que son millones y millones?
¡Qué gran mentira te han vendido y tan cara que te está costando...! Es como si te vendieran una Louis Vuitton pirata y tú la compraras a precio de original. No es justo eso, ¿verdad? ¿Ahora ves como las creencias son tan poderosas que te limitan de encontrar lo que deseas y te mereces? Pero ahí no termina... esto se reafirma cuando, evidentemente, te das cuenta que el hombre que elegiste es un patán y que la creencia tenía razón. Es cuando te lo reprochas y te dices mentalmente: ¡Ves! Te lo dije que no podías confiar en ningún hombre. No aprendes, te vieron la cara de tonta y bla, bla, bla... más basura hacia tí misma que no te sirve de nada.
La única verdad en esto es que tienes una capacidad de elección que no es la mejor del mundo, pero eso no significa que todos los hombres sean iguales, ¿o sí? Y la neta es que esto tampoco es tu culpa, si no que en la mayoría de las veces hemos aprendido a relacionarnos de esa forma y con ese tipo de gente. La forma en que te relacionas ahora con tu pareja, piensa en dónde la has visto y eso te explicará todo. Tiene que ser en tu entorno inmediato. Tal vez el contexto te enseñó que es normal que te relaciones así con hombres.
La idea de una infidelidad nos lleva a ir por la vida con el miedo de que te vayan a ver la cara otra vez, porque sí... tienes razón... no es para nada bonito y provoca un enorme dolor emocional porque esperabas más de la cuenta de esa persona, la idealizaste y al final... ¡zas! Te pagaron de la peor forma. Eso nos vuelve inseguras, temerosas, celosas e incluso controladoras. Es aquí donde llegamos a un fenómeno social muy interesante que se llama normalización. Hemos normalizado la violencia en las relaciones no sólo de pareja, sino también familiares (regresa y vuelve a leer el párrafo anterior cuando repases algunas de las relaciones que existen entre los miembros de tu familia).
Pero déjame decirte una cosa... la fidelidad es una elección meramente personal. Quién no lo hace evidentemente es un patán y no es el ideal para ti porque tu no quieres ni mereces eso y no puedes hacer nada al respecto más que aprender a confiar ciegamente aún con la posibilidad de que te vuelvan a jugar sucio, pues si una persona está contigo es por voluntad propia y no porque te conviertas en la reencarnación de Hitler en mujer. Eso no funciona y, por el contrario, tiene el efecto de presionar a las personas y hacerles querer salir corriendo para siempre de tu lado, porque aunque sea tu pareja NO TE PERTENECE. Por eso está muy de moda eso de las “relaciones tóxicas”. Si decide ser infiel es una elección que no tiene que ver contigo (o en todo caso, tiene que ver con ambos), entonces no es la persona que te mereces tener, ¡déjalo! No le des tantas vueltas, así de fácil. Déjalo, siéntete triste, abraza tu duelo por que te sientes herida y después de un tiempo, toma tus brochas, tu mejor vestido y tu maquillaje para que te levantes y salgas a hacer lo que mejor puedes hacer después de atravesar un duelo: Vivir, divertirte y sonreír. Sólo así vas a atraer con tu hermosa sonrisa al hombre que mereces y no aceptes menos, porque tú mereces a un hombre que esté contigo de forma exclusiva.
Antes de que esto termine tengo que desmentir otra creencia muy importante para que encuentres a tu pareja ideal: El príncipe de los cuentos de hadas que te vendió Disney y el hombre perfecto que esperas NO EXISTE y nunca lo vas a encontrar. Es un invento de la industria cinematográfica que nos ha hecho mucho daño como sociedad, porque además, ver a una pareja real en situaciones reales en la pantalla grande y sobre todo, en una película para niños, no es tan divertido. No va a venir el príncipe azúl montando un caballo a rescatarte de la prisión de la soledad, así que no lo esperes a menos que te quieras quedar sentada en la torre más alta por la eternidad. Qué terrible decepción, ¿verdad? Pero espera… no he terminado. El hombre perfecto no existe porque tampoco existe la mujer perfecta y, por lo tanto, tampoco la relación perfecta, pero eso no es malo, porque sólo existen las personas imperfectas y humanas tratando de entenderse y relacionarse.
Debo advertirte que el hombre que elijas, aun siendo un mejor partido para ti, va a tener sus defectos y no por eso lo vas a terminar regresando como aquel presente de Navidad que te dieron en el intercambio y no te gustó. Las personas cometemos errores, tenemos defectos, áreas de oportunidad y por supuesto también virtudes, pero las diferencias se pueden arreglar con la suficiente madurez de ambos para dialogar, expresar cómo se sienten y negociar. Ya se… que flojera, ¿verdad? Pero eso es lo que hacen las personas todo el tiempo, nadie nace con la capacidad de leer el pensamiento ni tiene la obligación de saber lo que a otra persona le gusta porque no es una extensión de tí, ¡tienes que comunicarte!, y si pensaste lo anterior quiere decir que estás perdiendo tu humanidad e idealizando demasiado. Bájate de la nube y aterriza porque eso no te va a servir de nada. Las relaciones perfectas que ves en Facebook tampoco son reales, porque al igual que no vemos cómo es la vida de casados del príncipe y la princesa después de la boda, así tampoco vemos cómo son las cosas en la realidad para aquella pareja que en redes sociales parece que no rompe ni un plato, porque seamos sinceros… en las redes sociales mostramos sólo lo que queremos mostrar.
Recuerda que la pareja la elegimos nosotras mismas, nadie te la asigna al azar y esto refleja qué tanto amor propio te tienes. ¿Están listas para derribar esas creencias limitantes en sus relaciones de pareja? (a esto me refiero con la frase “romper el hechizo”).
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