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  • Foto del escritorSheila Rojas

Las etapas del amor


El amor es algo complicado que difícilmente vamos a entender por completo. Cuando hablamos de amor, casi siempre nos adentramos en terrenos desconocidos debido a la desinformación y a las miles de creencias e imposiciones con las que hemos crecido tod@s. Por ello, en el siguiente artículo te enseño un poquito de lo que he aprendido a través de mi propia experiencia y formación profesional. Espero que aceptes este regalo que te hago y lo abraces, porque quizá te hará cambiar muchas de las ideas que ahora tienes respecto al amor, sin embargo, eres libre de decidir qué hacer con esto que te voy a presentar a continuación.

Me gustaría que mientras te voy contando sobre las etapas del amor, pensaras en tu relación más reciente o actual (si es que has tenido alguna) y vayas recorriendo todas estas etapas desde tu propia experiencia, así que recuerda cada una de ellas como si estuvieras reviviéndolo. Para comenzar la experiencia te voy a hacer la siguiente pregunta: ¿Qué fue lo primero que pasó entre tú y esa persona?, ¿qué fue lo primero en lo que te fijaste para elegirl@? Responde lo primero que te venga a la mente sin pensar demasiado y luego continúa leyendo el siguiente párrafo.


Atracción física y/o sexual

Exacto, lo primero que le viste a esa persona fue el aspecto físico, hubo atracción física o sexual porque incluso así es nuestra naturaleza. Biológicamente, buscas a una pareja para reproducirte, como los animales (aunque socialmente no sea así o no sea este el fin de la relación necesaria u obligatoriamente). Por lo tanto, esta es una de las cosas en las que te fijas al momento de elegir una pareja, aunque también influyen algunas otras cosas más profundas que sólo la biología, como creencias o necesidades emocionales, no podemos negar que el primer contacto que tuviste con esa persona fue a través de la vista e incluso del olor y algo te atrajo de él/ella. Arreglarse y perfumarse cuando vas a salir a cenar o al cine con esta persona, hablarle bonito, mandarle mensajes, llevarle flores y algunas otras cosas son formas de cortejo como los que hacen otras especies con el fin de aparearse, pero nosotros lo hacemos de formas más refinadas y socialmente aceptables, y de este proceso podría derivar o no una relación de pareja formal. En otras ocasiones sólo se llega a un encuentro casual o una relación basada en lo sexual sin ningún contrato o compromiso de por medio, pero de eso hablaremos después. Así es como pasamos a la siguiente etapa en caso de que este vínculo perdure, amb@s estén interesad@s y se formalice la relación de pareja.

¡OJO! Hay que resaltar que el curso de estas etapas puede variar dependiendo del tipo de relación que se desarrolle (un crush, un free, un noviazgo, etc.) y se puede dar o no en uno o ambos involucrados. En otra entrada de mi blog te hablaré sobre los tipos de relaciones que existen, o quizás, en un podcast o video.


Enamoramiento

Ahora sí, pasamos a lo mero bueno. Aquello que nos pasamos esperando a que llegue a nuestras vidas; una relación que se quede en esta etapa por el resto de la eternidad: el famoso enamoramiento. Lo vemos todo el tiempo en las películas románticas y creemos que eso es a lo que debemos aspirar en una relación y lo que todos debemos replicar para poder decir que tenemos una relación exitosa. Lamento mucho romperte tus ilusiones hollywoodezcas y bajarte de la nube, pero… tal cosa no existe. Pero esto no significa que no puedas tener una relación estable, duradera y bonita, sino que la idea del amor tal cual lo sientes en fase de enamoramiento durante un periodo prolongado es irreal. Lo siento, pero nuestro cerebro no está apto para eso.

Antes de explicar más a detalle esta fase te voy a preguntar, ¿alguna vez te ha pasado por la mente ser infiel en los primeros meses de tu relación o has escuchado de casos de infidelidad en estas primeras etapas? Seguramente que muy poco, aunque no dudo que los haya. Esto es porque la fase de enamoramiento es tan intensa que no puedes ni voltear a ver a nadie más. El enamoramiento es así: absoluto, exclusivo, intenso, pasional. Es en estos momentos donde se sienten las tan famosas “mariposas” en el estómago, sientes unas ansias incontrolables por estar cerca de esa persona que estimula tus neurotransmisores, no existe nadie más y es percibid@ no menos que como la perfección andando.

Lamentablemente esto no dura para siempre y hay personas que pueden volverse adictas a estas sensaciones, por lo que creen que nunca encuentran a la persona “correcta” con quien pasar el resto de sus días y se frustran al no encontrar eso que le han dicho toda la vida que debe hallar en alguien. Y así se la pasan de relación en relación que no sobrepasa ni el año de duración, sintiendo un vacío que no se llena y que de repente, por alguna razón, “se acaba el amor”, cuando en realidad lo que se acabó fue el enamoramiento y esto da pie a replantearte si lo que queda después de todo ese montón de hormonas vale la pena para quedarse y así pasar a una etapa más madura de la relación que puede perdurar por más tiempo.

Se dice que el enamoramiento dura hasta alrededor de 18 meses, lo que hace que muchas parejas sufran una crisis después del apagón de emociones típicas de este proceso y terminen la relación, pues es después de esto que empiezan a disminuir los detalles, la intensidad, la pasión, el deseo, las emociones, etc. Muchas otras, al no sentir lo mismo de antes y no contar con las habilidades de comunicación necesarias, recurren a la infidelidad en la búsqueda de volver a sentir aquello que se perdió (no es una justificación, pero puede explicarlo), involucrándose en relaciones pasajeras que les hacen sentir por unos momentos de nuevo la atracción y el enamoramiento.


Apego

Es la última fase por la que atraviesa una pareja, pero a la más difícil de llegar. Realmente pocas parejas sobreviven y atraviesan las etapas anteriores para llegar a una de verdadera estabilidad. Esta viene acompañada de cierta rutina, de emociones menos intensas, nuevas dificultades, quizá pueda disminuir el deseo sexual, sin embargo, también viene acompañada de planes en común, una imagen mucho más realista y aterrizada de la pareja, aceptación, mayor afinidad e intimidad emocional, entre otras cosas.

Al llegar a esta etapa, es importante que así como han llegado a una etapa más madura de la relación, también habrá que trabajar en ponerle de nuevo sabor a la misma; salir de la rutina de vez en cuando, probar cosas nuevas, sorprender a la pareja y reconquistarse para mantener el interés. Es también la razón por lo que muchos matrimonios no funcionan y suelen terminar en el divorcio, pues se permiten dejarse llevar por la rutina y al percibir a la pareja como segura deciden dejar de mostrar el mismo interés que en las primeras etapas.


Espero que este artículo te haya ayudado a entender las relaciones de pareja desde otra perspectiva mucho más realista y diferente a la que te han contado. Ahora sabes que está bien que la intensidad se apague con el tiempo, que dejes de ver a tu pareja como la persona más perfecta del mundo, que las relaciones cambian y, sobre todo, que no hay reglas escritas para tener la relación perfecta. Aceptar que hay momentos en que estamos bajo los efectos de esa droga tan adictiva que es el amor y que es difícil ver a la persona real que tenemos enfrente es todo un reto del que no podemos prescindir si es que no quieres quedarte sentada esperando a que llegue el príncipe azúl para vivir tu propio cuento de hadas. Ahora que sabes esto, lo importante es, ¿qué cambia para tí?, ¿de qué forma vas a tomar responsabilidad en tus relaciones? Te deseo que seas consciente de las expectativas que nos han hecho daño como humanidad en el tema de las relaciones de pareja y que aprendas a amar más sanamente.


Para más información te recomiendo consultar: Olmedo, S. (2010). Los misterios del amor y el sexo. Editorial Aguilar. ISBN: 978-607-11-0637-7.

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