¡Advertencia! Este artículo es sólo una guía que te ayudará a tomar mejores decisiones en tu relación de pareja. Sin embargo, esto no garantizará al 100% que tu relación perdure y sea exitosa solamente porque decidiste casarte con alguien después de cierto tiempo. Por el contrario, tampoco es una sentencia de muerte para tu matrimonio si es que lo hiciste antes de este tiempo, ya que existen muchos factores para que una relación permanezca a través de los años y, más difícil aún, sea satisfactoria y sana para la pareja. Así que evita sugestionarte y no tomes esto como una ley, sino como una recomendación que te dará más probabilidades de tener una relación exitosa, lo demás dependerá completamente de ustedes.
Por si no te habías enterado o nadie te lo había dicho, las relaciones pasan por diferentes fases, lo que sientes al principio por una persona, NO es amor, es solamente enamoramiento; un proceso fisiológico y emocional que hace que se forme un vínculo en las parejas, pero que no las mantiene juntas a lo largo del tiempo. El apego SÍ es el responsable de mantener una relación unida, pero no lo es todo. Ya te he mencionado en otros artículos de mi blog sobre estas etapas (para más información puedes ir a leer también Etapas del amor aquí en mi blog), así que si ya lo has leído no será nada nuevo para ti, y si no lo has hecho te sugiero que vayas a hacerlo ahora antes de continuar.
En resumen, las tres etapas del enamoramiento son las siguientes:
- Atracción física/sexual: Es lo primero que sucede cuando alguien nos atrae, lo que sentimos es meramente sexual e instintivo, lo demás sucede mientras vas conociendo a esa potencial pareja.
- Enamoramiento: Es el proceso mediante el cual se va desarrollando una relación, en el que se generan sensaciones y emociones intensas, exclusivas, adictivas e irracionales.
- Amor por apego: Es una versión más aterrizada de lo anterior y sin tanta dopamina, es el momento en que por lo general existe mayor afinidad y aceptación entre la pareja, el vínculo se fortalece y la confianza crece para dar paso al verdadero amor, basado en la relación que se formó a través del apego.
Ahora que ya lo has leído, podemos continuar. La razón por la que te digo que no te cases antes de los 3 años de relación es porque te estarías casando… EN FASE DE ENAMORAMIENTO. ¡Qué horror! Sí, lo sé que es en esta etapa donde estarías más dispuesta a casarte y hasta a fugarte lejos de todo el mundo con tu Romeo, pero seamos sinceras, tú y yo sabemos por obvias razones que sería una completa locura. Pues esa etapa NO es en absoluto la realidad de tu relación de pareja, esto lo tienes que saber porque muchas chicas (sobre todo) se decepcionan de sus relaciones porque siempre concluyen al terminar el enamoramiento y creen que no existe realmente el amor, cuando lo que se acabó fue eso simplemente, el enamoramiento, y esperan que una relación sea así durante toda la vida, el típico “y vivieron felices para siempre”, pero el amor no tiene absolutamente nada que ver con ese proceso que se llama enamoramiento. Esto es lo que por lo general nos pasa a muchas mujeres.
¿Y por qué 3 años? Pues porque el enamoramiento dura alrededor de los primeros 18 meses, sin embargo, algunos autores y especialistas en el tema aseguran que esta etapa puede durar hasta 3 años. Yo siempre he creído que existen personas adictas al enamoramiento por todas las sustancias y procesos que se generan en nuestro cerebro. Por eso es que tristemente muchas parejas rompen una vez que se acaba el efecto del enamoramiento y se la pasan buscando un “amor” que sea así toda la vida, porque consideran que si ya no sienten “maripositas en el estómago” es porque ya no sienten nada por su pareja y se ha acabado el amor, cuando lo único que ya no sienten es enamoramiento. Es como si fuera una droga, que tras pasar el efecto salen a buscar más y más. Esto puede explicar las infidelidades desde un punto de vista biológico, más no lo justifica, porque los seres humanos, como seres mucho más evolucionados y dotados de un neocórtex, somos mucho más que solamente biología. Contrario a las mujeres que solemos abandonar la idea del amor romántico y renunciamos a eso para pasar a creer que el amor es una ilusión, este puede ser el caso de muchos hombres, que se concentran más en la sensación de enamoramiento, porque implica intensidad y deseo, antes que una relación con un vínculo más profundo y exclusivo con una sola persona.
Por el contrario, la última de las fases, el amor por apego, es una etapa mucho más madura de la relación y mucho más realista que la anterior, por ende, aquella en la que las relaciones deberían de trascender hacia el matrimonio, una vez que se ha apagado todo ese proceso neurológico y nos es posible ver realmente a la persona con la que nos estamos casando; aceptando la totalidad de esa persona, con pros y contras (claro, siempre y cuando estos “contras” no te dañen o violenten tus derechos y tu individualidad), y aprendiendo a generar acuerdos para la convivencia.
En conclusión, mi recomendación es que NO te cases cegada por el enamoramiento en esos primeros 3 años. Dale tiempo a tu relación a que se consolide en la etapa de amor por apego y tengas una versión más realista de la relación de pareja una vez que se acabe todo ese coctel de emociones y neurotransmisores. Dale tiempo a que puedas ver a la persona que realmente está detrás de todo aquello que has idealizado, porque al fin de cuentas, sólo es un ser humano más, no es ese ser iluminado y perfecto que crees estar viendo, pero eso no tiene nada de malo; nada tiene que ser perfecto para que sea bueno, sano y satisfactorio, y esta regla aplica para todo en la vida.
Sólo tienen que aprender a convivir con sus propios fantasmas y los del otro, siempre y cuando no se dañen, aprender a dominar esas heridas del alma que están ahí producto de la relación con nuestros padres y de otras relaciones de pareja anteriores. Aprender a comunicar, equilibrar y negociar para que todo funcione de maravilla a pesar del tiempo. Ya sabes que para eso también siempre les recomiendo que vayan a terapia juntos y/o de forma individual para domar esos demonios del pasado que tod@s llevamos dentro.
Para más información te recomiendo consultar: Olmedo, S. (2010). Los misterios del amor y el sexo. Editorial Aguilar. ISBN: 978-607-11-0637-7.
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