¿Qué esperar cuando vas al psicólog@?
Cuando era niña me encontraba fascinada por el mundo de la magia, me hacía pensar en cómo era posible que una persona pudiera tener el poder de cambiar las cosas, de aparecer de la nada algo inexistente, de jugar con las leyes de la gravedad y la materia. Más tarde, descubrí que aquello por lo que había estado fascinada tanto tiempo, no era más que una ilusión creada por la industria cinematográfica, y que Harry Potter no era más que un personaje de cuentos de hadas en un libro empolvado en la biblioteca. A partir de entonces, me dediqué a buscarlo incansablemente en el mundo real para satisfacer aquel sueño de mi infancia.
Tal vez hasta este punto te preguntarás, ¿y qué es lo que tiene que ver esto con el tema de hoy? Y yo te diré que mucho, porque esto es precisamente lo que sucede ahí dentro: magia.
El arte de la psicoterapia no es fácil y, al igual que la magia, no todos tienen el don de hacerla efectivamente. Lo que si te puedo asegurar es que el buen terapeuta tiene el poder de hacer magia para tocar emociones, mentes y sanar heridas con tan sólo el don de la expresión. De pronunciar las palabras mágicas que te llevarán por un viaje hacia el bienestar emocional y la felicidad. Ahora, dejando de lado lo metafórico y aterrizándolo más a la realidad, a continuación te explicaré en algunos sencillos pasos cómo es estar “en el diván”.
- Un psicólogo o terapeuta es un profesional de la salud mental, por tanto, ¿qué es lo primero que sucede cuando te duele algo y vas a consultar con un doctor? Exacto, lo primero es investigar qué te duele y por qué. Por ello, es importante que antes de comenzar a hacer cualquier intervención le dejes saber al terapeuta el motivo por el cual acudes con él. ¡No te preocupes! Él guiará la sesión con algunas preguntas que tendrás que contestar para conocer lo que necesita saber. Será una entrevista inicial, tal como cuando te propones como candidato a algún puesto de trabajo.
- Antes de la entrevista el terapeuta deberá ofrecerte información acerca de su forma de trabajo y estilo, así como algunos detalles importantes como el costo, la duración de las sesiones, la frecuencia, confidencialidad, etc. En pocas palabras, las reglas del juego. Asegúrate de hacerle saber todas las dudas, temores, inquietudes y fantasías acerca de lo que será el proceso terapéutico, pues él te orientará para que te sientas seguro y en confianza.
- En ocasiones será necesario evaluar algunos aspectos de tu persona, tales como características de la personalidad, intensidad del padecimiento, capacidades como memoria, atención, entre otras cosas, por lo que deberá aplicar una serie de pruebas de duración variable o cuestionarios breves que puedas contestar en tan sólo unos minutos con el fin de llegar a un diagnóstico. No siempre es necesario este paso, sin embargo, muchas veces será imprescindible para continuar con el proceso.
- El terapeuta seguramente utilizará algunas estrategias para trabajar los asuntos que te traen a sesión, estableciendo objetivos claros y alcanzables para cada una de ellas. Desde algunos señalamientos de cosas que observa y que tal vez no hayas alcanzado a vislumbrar hasta ese momento, hasta técnicas que requieren un poco más de acción, como por ejemplo, un juego de roles, e incluso algunas herramientas que requieran un esfuerzo emocional más intenso de tu parte. Todo esto está en función del estilo y la formación de cada terapeuta.
- Puede que te pida que desarrolles algunas tareas fuera de la sesión para probar tus capacidades y asegurarse de que tu aprendizaje sea puesto a prueba en los ambientes en los que te desenvuelvas. Es importante que te comprometas contigo mismo y que procures llevar a cabo lo que él te pida. Estoy segura que no te pedirá nada que te perjudique o que esté fuera de tus capacidades. Sin embargo, si en algún momento sientes que la tarea está fuera de tus recursos por el momento o te causa más temor de lo que pensabas, siempre puedes hablar con él sobre cómo te sientes al respecto.
- En ocasiones deberá enseñarte algunos aspectos de tu padecimiento con el fin de que conozcas lo que te pasa, cómo se manifiesta y por qué te pasa, brindándote algunas pautas para cuidarte a ti mismo y recomendaciones que te ayudarán a recuperarte o prevenir futuras complicaciones.
- En nuestra profesión está prohibido juzgar, pues sabemos que detrás de cada conducta existe una intención escondida, emociones difíciles de manejar o una historia de sufrimiento que nos marca y que no se puede borrar fácilmente, por lo que no deberás preocuparte por sentirte señalado y ten la confianza de ser completamente (o brutalmente) honesto sobre tus pensamientos, emociones y acciones.
- Asegúrate de no abandonar el barco a la primera que te sientas mejor. Continuando con la analogía de la consulta médica, ¿recuerdas que siempre te dicen que tomes los antibióticos por un cierto tiempo mínimo aunque ya te sientas completamente curado? O viceversa, que tienes que esperar cierto tiempo para que el medicamento pueda acumularse en tu organismo y comenzar a hacer efecto. Pues esto es lo mismo. Es por eso que es necesario continuar hasta que el terapeuta decida que ya puedes emprender el camino por tu propia cuenta para evitar recaídas, o bien, asegurarse de que puedas manejarlas si es que suceden.
Espero que la información anterior te haya dado un panorama considerable acerca de cómo se lleva a cabo la terapia, si no es así, comunícate conmigo para aclarar cualquier duda que tengas. Si ha sido suficiente como para comenzar con la terapia, también puedes comunicarte para agendar una cita lo antes posible. ¡Me encantaría acompañarte en el viaje hacia una vida más plena y saludable!
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